Se terminó el año 2020, un año que ha dejado huella en la historia, que marcó la vida de millones, cobrando la vida de miles también, un año que como pocos, nos obligó a hacer una pausa en nuestro día a día, en proyectos, negocios, estudios, que hizo mella en las finanzas de muchos, que nos enseñó que uno de los bienes más preciados es la salud, que nuestro mejor refugio es el hogar, que nuestro más grande a poyo es la familia, y nuestro mayor sustento es la fe. 

Recuerdo haber leído en una ocasión una nota que podría adaptarse a éste año que culminó, sobre una reflexión que hiciera Steve Jobs, quien murió dejando una fortuna aproximada a los 7 mil millones de dólares “En este momento, acostado en la cama, enfermo y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todo el reconocimiento y riqueza que tengo no tiene sentido frente a la muerte inminente. Tengo el dinero para contratar al mejor en la tarea que sea, pero no es posible contratar a alguien para que cargue mi enfermedad. El dinero puede conseguir todo tipo de cosas materiales, pero hay una cosa que no se puede comprar: "LA VIDA". A medida que crecí me di cuenta que un reloj de $300 y uno de $3.000.000 muestra la misma hora. Que con un automóvil de $ 150,000 y uno de $15.000.000 podemos llegar al mismo destino. Que un vino de $150 o uno de $1500, generan la misma “resaca". Que en una casa de 300 metros cuadrados, o en una de 3000, la soledad es la misma". “La verdadera felicidad no proviene de las cosas materiales, proviene del afecto que nos dan nuestros seres queridos."

Hoy, estamos frente a la oportunidad, de replantearnos, de reinventarnos, renovarnos completamente, mejorarnos, para tratar lograr aquellos anhelos que se quedaron en pausa por las circunstancias o abandonados por la falta de tiempo, de decisión, de motivación. Es tiempo para retomar los propósitos y ver de frente a éste año, es tiempo de renovarse o morir.

Esta paremia que señala la saludable necesidad de realizar cambios, por lo general radicales, en el comportamiento, la imagen de uno, en el trabajo, definitivamente en el contexto profesional o personal. Se atribuye al filósofo y escritor Miguel de Unamuno, la frase: el progreso consiste en renovarse, la que dio pie a la gente para hacer suyo el refrán renovarse o morir.

Yo te ánimo a que hagas un cambio de hábitos, como dice el autor Og Mandino, debemos formarnos en los buenos y hacernos esclavos de ellos, eso nos ayudará a cambiar en todos los sentidos y relanzarnos a la búsqueda del éxito, de la felicidad, de la plenitud.

Pero todo debe empezar desde el plano espiritual, mediante la paz interior, el enfoque correcto, la renovación de la mente y el corazón como dice la biblia en el libro de Efesios capítulo 4 versículos de 22 al 24: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”